Por Fred Peel
Como no podía ser de otra manera, esta publicación se sube al tren de la gripe porcina, esperando que algún desesperado, googleando por información sobre esta terrible peste, se confunda y entre aquí. Este tipo de notas no son las más comunes en ¡Lo qué?, pero nuestro editor, que en realidad quiere trabajar en Gente, ha insistido en que puede ser una oportunidad para hacer (aunque sea una puta vez) algo de dinero.
Gracias
Luego de la Peste Negra del siglo XIV, la epidemia de Fiebre Amarilla del XIX, la Tuberculosis y el SIDA, la humanidad se encontraba carente del estímulo que significa poder tener un sano pánico ante enfermedades infecciones, terribles y mortales. Esta necesidad imperiosa de tirarse al suelo, llorar, implorar a dios y hablar de lo efímera que es la existencia de los hombres en la tierra ha encontrado una nueva vía para canalizarse: la gripe A, mas conocida como gripe porcina.
Buscando datos y comentarios sobre esta nueva pandemia asesina, es que hemos entrevistado a numerosos filósofos, historiadores, hombres de letras y religiosos, para que nos dieran su comentario respecto al mal.
El rabino David Goldstein, uno de los primeros en responder, comentó: “¿ven que les dijimos que no rompieran las pelotas con los chanchos? ¡Ahora nos jodimos todos por su culpa!” En respuesta a esto, un líder neonazi del barrio de Caballito, furioso (como siempre) aseguró que “esto es culpa del sionismo internacional, que para generar terror nos quiere hacer creer que todos tenemos que dejar de comer cerdo y circuncidarnos. Pero no les vamos a dar el gusto: vamos a defender a nuestro país de la invasión judeo-porcino-marxista y...” –agregó, un tanto fuera sí- “también de todos los peruanos que nos vienen a sacar el trabajo”.
Otros que también accedieron a realizar declaraciones fueron los partidarios del movimiento radical de defensa de los animales “Bichos sí, pobres no”, famosos por haber realizado numerosos escraches a los cartoneros por el trato inhumano que algunos de ellos les daban a sus caballos (incluso llegando a decir que los caballos no tenían la culpa de que sus dueños fueran pobres y que muchos cartoneros se la aguantaban cargando el carro por ellos mismos). Los integrantes de esta agrupación sacaron un documento donde afirman que “la naturaleza se venga de los hombres por su arrogancia” y piden que “se liberen a todos los chanchos del mundo, ya”.
A estas declaraciones respondió el Frente Clasista de Lucha por los Derechos del Animal, que sostuvo que “ecologistas burgueses, como los de “Bichos sí, pobres no”, hacen lo imposible por retrasar la verdadera lucha por los derechos del animal, que es el salvataje del pobre perro salchicha”
Pero no sólo respecto del destino de los cerdos opinaron los expertos, sino que también hicieron referencia al valiente comportamiento del ciudadano argentino, en especial al porteño, ante la crisis sanitaria que estamos soportando. El embajador de la República del Congo, Yemba Lohaka, aseguró que “Pocas cosas más idiotas hay que la clase media de su país, que se desespera ante una simple gripe. Nosotros hemos tenido varias epidemias de ébola, que es una enfermedad de verdad, y no andamos a los gritos pidiendo barbijos innecesarios”.
La clase política de nuestra amada república no ha estado, como siempre, ajena al asunto y ha dado muestras de su ya célebre dedicación hacia los problemas que afectan a la población. Mauricio Macri, claramente preocupado, declaró “antes las enfermedades las traían negros de países limítrofes: ahora llegó a través de vacacionistas que venían de EE.UU y Canadá: ¡quién lo hubiera pensado!”. Luego, preguntado respecto de las medidas que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tomaría, comentó: “Mi política ha sido siempre consistente y basada en un solo fundamento: el de excluir. Generaremos, con fondos públicos, una serie de complejos exclusivos en Puerto Madero para que los sanos que tengan con qué pagarlos se recluyan y puedan, desde allí, reírse del resto de los gil... ...puedan preocuparse a salvo por aquellos que no han tenido el privilegio de contar con los medios suficientes para comprar la salud”. A diferencia de lo que aconteció con respecto al tema de las privatizaciones, el socio político bonaerense del líder del PRO; Francisco De Narváez, se manifestó por completo de acuerdo con lo propuesto por el Jefe de Gobierno y ya se anotó para comprar uno de los nuevos edificios sanitarios.
Elisa Carrió aprovechó la ocasión (como siempre) para lanzar sus críticas al gobierno nacional: “la soberbia y la corrupción de los Kirchner nos trajo a esto. Yo tengo fe en que Dios me va a poner en el lugar en el que debo estar (en el gobierno -N. de. A) para que, cuando haya una nueva epidemia y se desborde el sistema de salud, pueda curar al país a través de un nuevo “Pacto Moral”. Y si el pacto moral no funciona, bueno podré echarle la culpa a la oposición, digo, que no porque esté gobernando voy a dejar de tirar mierda”
En cuanto a nuestro gobierno absolutamente nacional y popular, que nos llevará, aliado al históricamente consecuente PC, a una revolución superior a la rusa de 1917, a la peronista del ´45, o a la productiva del ´89, sólo podemos decir que empezó a trabajar en el asunto después de las elecciones. Consultado, un alto funcionario nos confió que “… en realidad no sabemos cómo nos cae esto. Por un lado nos vendría bien, porque la gente se distrae del resultado de las elecciones y de todas las transas que todavía nos quedan, por el otro, nos cae mal, porque nos están echando un poco la culpa por esto a nosotros. Igual, estamos evaluando pedirle a la General Motors que nos devuelva un poco de la plata que le prestamos (como parte de nuestro plan para fortalecer a las PyMES) para que con esos fondos podamos comprar suficiente alcohol en gel como para que se calle la boca Majul”.
Por último, para casi cerrar este informe sobre los debates y comentarios respecto de la gripe porcina, queremos destacar, cuando no, la actuación sumamente profesional de nuestros medios de comunicación. Estos verdaderos paladines de la información han dado nuevas muestras de su seriedad, al proponernos un tratamiento eficiente del caso, para nada exagerado, claro, políticamente independiente, y que bajo ningún concepto intenta imponer una psicosis colectiva en función del vil interés comercial de vender noticias como si fuera alcohol en gel. Ha habido, sin embargo, provocada por el afán de mejorar el conocimiento de nuestra población, una fuerte discusión sobre cómo tratar los informes sobre la enfermedad. Por un lado están los que proponen quitarle la hegemonía autoritaria respecto a temas técnicos sobre el mal a aquellos que se graduaron en una carrera médica, para dejar las opiniones sobre este tema (y sobre cualquier otro) a periodistas que tienen una formación equivalente a la de un chico de tercer grado. Por el otro, encontramos a aquellos que sugieren darle la palabra absolutamente a cualquiera que pueda dar datos confusos y que puedan ser interpretados de tal manera que aumente el miedo de las amas de casa, sin importar su profesión. La polémica ha quedado abierta.
En resumen, sólo nos queda esperar resignados, confiando en la piedad de dios, a la evolución azarosa de esta enfermedad. La impresión que nos dejará este mal, de seguro, será tan fuerte que tendremos a un nuevo Bocaccio, a un nuevo artista que represente la angustia de la humanidad en esta hora oscura como lo hizo el italiano, inspirado en el horror de la peste negra, con su Decamerón. Pero debemos mantener la fe: si tantos y tan preparados comentaristas están discutiendo y opinando sobre el tema que nos aterra, de seguro pronto encontraremos aquella solución que devuelva a nuestra vida a su natural curso. Estamos en buenas manos.
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2 comentarios:
Bunísimos choros, excelente blog!!!!
congratuleichons, andamos en las mismas!
Lamentamos mucho que diga esas cosas, significa que la degeneración del mundo se ha extendido demasiado. Saludos, y mejórese, ya va a ver cómo el tiempo lo hace arrepentirse de todos los elogios que nos ha dado
PD (esta es nuestra forma de dar las gracias)
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